Alcalá Norte compone música y congrega a sus seguidores en rituales semejantes a los tradicionales conciertos de música rock.

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Tienen como fin la unificación de la Ciudad Lineal, el Reino de Hortaleza, el Principado de San Blas y las Estepas de Barajas bajo un único régimen, gobernado desde el cruce entre las calles de Arturo Soria, Alcalá y los Hermanos García Noblejas.

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Aprovechando corrientes populares como el postpunk o el punk con sintes, Alcalá Norte alecciona sobre amigos y enemigos del género humano, reparte jamón y hace desfilar sobre el escenario a ilustres personajes de la Historia.